Trabajando con la evaluación criterial
Experiencia personal con la evaluación criterial
Desde mi perspectiva docente, puedo decir que ha sido satisfactorio trabajar con este tipo de evaluación debido a las ventajas que posee, las cuales son:
- Conocer el grado de aprendizaje de mis alumnos usando sus resultados en comparación con criterios fijados de antemano
- Valorar sus resultados en función del aprendizaje
- Mejorar aspectos conceptuales y aplicación
- Identificar las fortalezas y debilidades para alcanzar los objetivos
Además, evaluar a través de criterios establecidos previamente como referentes, me ha aportado información sobre el estado en el que se encontraban mis alumnos de 7° grado el año pasado en la asignatura de lenguaje y literatura, a dónde o qué áreas podía trabajar con ellos y obtuvieran mejores resultados al final del trimestre. Cuando lograron dominar un conocimiento o ejecutar un aprendizaje me alegró y encontré el motivo de mi labor.
Al respecto, me demostraron sus capacidades y habilidades comunicativas a través de actividades en el aula, por ejemplo, recuerdo cuando evalué la parte de redacción para una actividad valorativa, dicha actividad consistía en elaborar una noticia acerca de unos temas dados previamente, en este caso, tomé en cuenta los siguientes indicadores: argumento, secuencia lógica, ortografía y riqueza verbal.
Al finalizar la actividad, los progresos eran evidentes en comparación a cómo se inició con cada uno de ellos al principio de trimestre, hubo alumnos quienes demostraron tener un muy buen grado de dominio, así como en la secuencia y orden de las ideas en el texto informativo. Asimismo, apliqué una serie de actividades evaluadas según criterios comunicacionales a lo largo del año, de carácter nocio-funcional, dichos criterios sirvieron para guiar y desarrollar un mejor dominio conceptual y ejecuciónal en mis alumnos para esas específicas áreas del saber.
Cabe mencionar que uno de los criterios que también evalué fue la participación en cada actividad. Traigo a colación, cuando realizamos una serie de talleres, cuyo objetivo era desarrollar ciertas habilidades comunicativas de mis alumnos, la expresión oral y escrita. En dichas actividades logré que alumnos tímidos hablaran y comunicaran sus ideas con la aplicación de textos orales: diálogos, debates, exposiciones, conferencias, programas de televisión, etc., simulando dichos escenarios según la creatividad de mis estudiantes.
He trabajado con dicha modalidad evaluativa por años y he obtenido muy gratificantes logros en materia evaluativa para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje, además creo que no solo tiene como ventaja acreditar un conocimiento, procedimiento o actitud, sino saber qué debemos mejorar, cambiar y evaluar según el campo de conductas fijadas previamente, así como saber la distancia que separa al estudiante del objetivo propuesto.
En conclusión, me ha funcionado trabajar con este tipo de evaluación y qué mejor evidencia para observar sus avances en el área de lenguaje y literatura que las habilidades comunicativas de mis ex alumnos, quienes demostraron lo aprendido en su graduación el año pasado, donde hubo actividades ceremoniales y presentaciones artísticas para finalizar una etapa más en su vida académica.
Oscar Ernesto Cartagena
Profesor de Lenguaje y literatura para tercer ciclo.
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